Recientemente Reino Unido ha decidido enviar solicitantes protección internacional a Uganda a cambio inicialmente de 144 millones de euros.
De forma similar Dinamarca
aprueba una ley para enviar solicitantes de protección internacional fuera de
la Unión Europea (posiblemente a Ruanda o a Eritrea), sin importar que los
estándares de protección de derechos humanos que tenemos dentro de la Unión
Europea nada tienen que ver con los de estos países de recepción.
Es preciso recordar que Dinamarca
ya suscribió un acuerdo con Kosovo para enviar allí a personas presas no
pertenecientes a la UE a cambio de varios millones de euros anuales, intentando
superar las críticas al envío de reclusos alegando que en todo caso se les va a
aplicar la regulación de Dinamarca y que se van a respetar sus derechos, lo
cual tiene difícil encaje si tenemos presente que tales destierros causan
desarraigo, afecta al derecho de comunicaciones, a la reinserción, a la preparación
de vida en libertad, al acceso a beneficios penitenciarios legalmente
previstos, a la salud y a la sanidad en igual condiciones que las personas en
libertad…etc.
Por lo tanto, los países
desarrollados ya no solo nos limitamos a enviar nuestros residuos a otros
países menos desarrollados que se han convertido en receptores de deshechos,
sin impórtanos el impacto negativo que tales residuos puedan tener a miles de
kilómetros, ni siquiera la capacidad que estos países puedan tener de gestionar
adecuadamente los mismos, sino que ahora exportamos personas para no tener que
cumplir los estándares de protección.
Muy criticable esta idea de
que los países ricos paguen para no cumplir con sus obligaciones
internacionales.
Junio 2022.